sábado, 28 de julio de 2007

Puede que la fe sea un sucedáneo necesario


¿La meditaciòn sobre el peso y la levedad de la existencia no tendrá acaso como motivo central la caracterizaciòn Nietzscheana del eterno retorno como "la mas pesada carga"?

El modo en que un hombre asume su levedad existencial debe ser un ejemplo del tipo màs inmediato del ambiguo nihilismo que Nietzsche diagnostica como resultado de la muerte de Dios...¿acaso esto no sera narrar la experiencia de crisis del individuo moderno cual teórico de la decadencia finisecular y profeta de la crisis de los valores morales de Occidente que han vuelo tan difusa como poco delimitable la vida?

Se señala que el hombre es un ser mortalmente inexperto y carente de criterio en un mundo donde las cosas acontecen una sola vez...sin que haya lugar en èl para el aprendizaje y la rectificaciòn...¿acaso no es eso es lo que hace morbosear e interesarse por una existencia completamente desinteresada por casi todo y con placer negativo donde lo haya?...ese hombre tiene un unico compromiso que cae sobre el sin poder liberarse...el resto de su vida discurre, banalmente plácida, mordisqueando la manzana del deseo hacia cuanto atractivo le sale al paso...pero en el fondo insensible, indiferente e incapaz para comprometerse afectivamente en alguno de ellos...
...ninguna historia de amor es "la Historia", por lo tanto esto le delataria como alguien que todavía permanece preso de la nostalgica sombra del "ideal platònico", a la espera (que ya sabe imposible) de la llegada del otro ser que repare...que repare!!!

¿La referencia al "mito platónico de El Banquete" no apunta en esta dirección? parece que no se limita a plasmar un "tipo reactivo de nihilismo"...parece que avanza más y revela un "ego experimenta"l destinado a explorar el proceso de transformación de una existencia anclada inicialmente en un "nihilismo pasivo", hasta llegar a dotarse de una identidad propia a partir del reconocimiento de lo precario y azaroso de la misma.
Es ahí donde yo creo que Kundera recurre al pensamiento nietzscheano del "eterno retorno", para contrastar esta fórmula de afirmación de la existencia con la forma procurada por Tomás.

¿La idea del "eterno retorno" significaría entonces una cierta "perspectiva" desde la cual las cosas aparecen de modo distinto a como las conocemos y sin la circunstancia atenuante de su "fugacidad"?... en el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad...¿no?
el peso que el eterno retorno confiere a la existencia es el de la "repetición idéntica de los mismos acontecimientos"...de manera que una y otra vez se repiten.

Y hasta donde he leido...con esto se estaría en "la interpretación cosmológica más habitual de este pensamiento", frente a la que Kundera sugiere otro tipo de afirmación de la existencia que, tras "desembarazarse" del peso de "imposiciones ajenas" acierta a comprender, mediante la metáfora de "la mujer que carga con el peso del hombre en la poesía amatoria de todas las épocas", que "la carga más pesada es a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida"; que se trata es de afirmar la existencia en toda su maravillosa levedad sin hacer desaparecer en absoluto la circunstancia de su fugacidad. "Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será".

Ese sentido de la tierra le vendría dado a ese hombre al encuentro fortuito con una mujer... de la que pese a todos sus esfuerzos, ya no logrará separarse. Esa mujer acabará por convertirse en una historia de amor más valiosa que cualquier imperativo categórico.... por ella renunciará a los escarceos eróticos con otras mujeres...a la libertad política y volverá a su Checoslovaquia natal, de la que se exilió...al único mandato interno que ha sentido a lo largo de su vida ¿el de la profesión?...y sólo entonces comprenderá que aquello que lo liga a ella es algo más grave y profundo que cualquiera de esos imperativos: "lo que queda de la vida cuando uno se deshace de lo que hasta entonces consideraba como su misión".

...Y bien creo yo que podría haber sido de otro modo este querer surgido de tantas ridículas casualidades y disonancias. Pero al decir "sí, quiero", el dota de sentido, concordancia y peso interior a su decisión, sin borrar la precariedad que le es constitutiva.

En esta actitud de el debe ser donde mejor se ejemplifica esa clase de afirmación de la existencia en su "esencial levedad ontológica" que Nietzsche ha procurado formular mediante su pensamiento del eterno retorno.
Creo por lo que he leido que se trataría de un "así lo quise" que nunca se separa del "bien pudo ser algo distinto"...y mantiene la "disonancia inmanente" al acorde consigo mismo.
La decisión de vivir de esa forma, se distinguiría de la fórmula del "acuerdo categórico con el ser" que olvidaria en que se basa, y llevaria un recuerdo permanente del "abismo".

Gran tarea el dejar flotar la carga!...pero el mensaje ya fue captado y se agradece...

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