sábado, 28 de julio de 2007

La paradoja de aquiles y la tortuga


tecnologicamente hemos avanzado muy rápido en comparación con la edad pre-tecnológica

Una de las cosas que mas me ha costado comprender es como es posible y absolutamente necesario que para que haya puntos intermedios y finales sean necesario un principio específico, un punto que marque el ser y el no-ser y que desde ese momento todo comienze, todo avance. Siempre he sido invadido por el sentimiento de circularidad de la historia y conciente de que el tiempo en realidad es una comparación entre dos entes que se mueven, la realidad se hace cada vez más difusa...
El movimiento se forma con un punto a quo, un punto ad quem, el proceso en el cual la potencia pasa al acto (actualización de la potencia) y lo más importante un ser que lo realice...
Es de cierto modo evidente que la felicidades un aspecto cualitativo (del accidente de cualidad) y no cuantitativo (del accidente de cantidad) y que por ello es mucho ms complejo de medirlo y de determinar icluso un proceso temporal de cambio en ello. (menos aún saber como lograrlo)
En realidad eso de ver el termino de algo que es constante ... porque de una manera u otra sientes desdicha por algo aunque llegue a ser insignificante ...tal vez un pequeño detalle, pero como esta bien claro que la vida es una infinitud de detalles ... tiende hacer relevante , entonces deseo limpiar mi vista que de buenas o malas tiende ha estar nublada,para poder ver al fin el comienzo de la felicidad ... palabra de la que poco se de su verdadero significado .
sabe tu cual es?

Zenòn y su demostracìon de la imposibilidad del movimiento y el cambio en la realidad absoluta o imperecedera...la paradoja de Aquiles y la tortuga...

Aquiles es muy veloz; la tortuga es lentìsima. Si se da ventaja a la tortuga en una carrera, Aquiles nunca podrà alcanzarla.
Imaginemos que la tortuga recorre cierta distancia antes de que Aquiles empiece a correr. Cuando Aquiles cubra esa distancia, la tortuga habrà avanzado un poco màs. Y cuando Aquiles recorra la distancia adicional, màs pequeña, la tortuga habrà avanzado de nuevo un poco màs. Y asì sucesivamente: la tortuga siempre lleva la ventaja, aunque èsta es cada vez menor. La distancia entre ellos se sigue reduciendo, pero nunca desaparece. Aquiles no consigue nunca alcanzarla, aunque corra màs deprisa.

Pero es evidente que Aquiles puede alcanzar a la tortuga (como cualquier cosa que se mueva màs ràpido alcanza a otra que se mueve màs despacio), pero Aquiles lo hace con una condiciòn curiosa. Hay un momento ùnico en el espacio y el tiempo en el que Aquiles està exactamente a la misma altura que la tortuga. Antes estaba tras ella; luego estarà adelante. Pero no existe un momento situado justo antes de que Aquiles alcance a la tortuga. Existe un primer sitio y momento definidos en los que Aquiles està s la misma alturaque la tortuga. Pero antes de eso, no hay un ultimo sitio y momento definidos en los que Aquiles no consiga estar a la misma altura que la tortuga.

Si no hay un fin finito a la imposibilidad de Aquiles de estar a la misma altura de la tortuga ¿còmo puede haber un principio finito a su posibilidad de alcanzarla?
Si se intentara alcanzar a la tortuga y no hubiese un momento concreto en el espacio y el tiempo en el que no se pueda alcanzarla ni un momento concreto en el que se deje de ser infeliz...
...pero resulta que existe un primer momento en el espacio y el tiempo en que se puede estar a la misma altura que la tortuga y en el que se puede ser feliz...a pesar de que no puede haber un sitio y un momento concretos en los que la desdicha termine, puede haber un sitio y un momento concretos en los que empieze la felicidad y tal vez ese sea un buen motivo para aceptar el movimiento y el cambio.

Es posible que de no poder ver el fin de la desdicha tampoco se pueda ver el principio de la felicidad...

"Se les debe forzar a elevar el ojo del alma para mirar hacia lo que proporciona luz a todas las cosas; y, tras ver el bien en sì, sirvièndose de èste como paradigma, organizar durante el resto de sus vidas el Estado, los particulares y a sì mismos"

-PLATÒN-

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