miércoles, 15 de agosto de 2007

el estar solo podría perfectamente ser producto de uno mismo, por defecto o superioridad y no sólo por el entorno que rodea a uno


“¿Las cosas pasan por algo o los algos pasan por las cosas?”. Esa frase es una duda que a lo mejor no logré formulármela de ese modo, pero siempre ha estado patente en mi vida.

Ver que ocurren ciertos sucesos con tal nivel de “coordinación”, no suele dejarme indiferente, y muy pocas veces me he quedado callado ante situaciones que pueden ser buenas o malas, sin encontrarles una conexión causal “tenía que pasar esto para que llegar a esto”, “las cosas pasan por algo”. A pesar de ello, a veces no puedo convencerme de que todo pase sólo por casualidad y que uno mismo le “imponga” una causalidad a las cosas. Las probabilidades ponen en movimiento los dados de las situaciones, pasando cualquier cosa que corresponda a uno de los posibles caminos. Al final está uno en medio de la vorágine de la situación creando conexiones posibles y razones a los caminos y “haciendo que los algos pasen por las cosas”.

La discusión me deja en un punto muerto, una epojé mental, en donde el juicio se suspende ante las posturas contrarias. Puede que en definitiva la discusión sea ociosa, al final lo importante es vivir y caminar esos caminos, sean pre-establecidos de ante mano o posteriormente por uno mismo, pero siempre estará la duda al respecto. Puede que la respuesta sea una combinación de ambas, "las cosas pasarán por algo", cuando ese algo sea lo que otorgue ciertas posibilidades de ocurrencia de muchas situaciones, las cuales posteriormente serán relacionadas con ese algo pasado, el cual desencadenó el suceso en cuestión, pero que perfectamente podría haber desencadenado un suceso absolutamente opuesto.

Al final la duda me sigue intrigando...

No hay comentarios: