sábado, 28 de julio de 2007

...a mayor nivel de conciencia, mayor el la angustia....


El hegeliano puede acercarse al confesionario y decir: “No sé si soy un hombre; pero he comprendido el sistema” Yo prefiero decir: Sé que soy un hombre y sé que no he comprendido el sistema.

El hombre es su posibilidad de ser. De nadie puede decirse que es antes de muerto. Mientras viva, un individuo es una posibilidad en desarrollo cambiante. Existir es ser un ser posible. Puede pensarse que Dios no existe en tanto que eterno, perfecto e infinito, puesto que colmadas sus posibilidades, estático, no requiere de ninguna posibilidad.

En un estado interior neutro, se podrìa pensar que la facultad de disfrute que tiene el hombre es probable que provenga de su inconsciente pero persistente sentido y percepción de la finitud. Pero por medio de esa angustiosa conciencia hay algo que deja ver un destello de claridad y lucidez.

Por ello tal vez lo posible es tan importante para entender el sentido del existencialismo, desde tiempos remotos hasta Sartre particularmente, se pensó para explicar la importancia de la elección y para liberar, aclarándo el peso de responsabilidad que conlleva. Sin elección no se existe y se existe, casi exclusivamente, para elegir. Existir es ser un ser que se elige a sí mismo. El hombre, único existente, es el ser que elige su ser y a sì mismo a cada instante. Elige esto o aquello, y no puede no elegirlo. Así tiene esta o aquella posibilidad determinada, y hace esta o aquella elección determinada. Y lo que elige son sus posibilidades; proyectándose hacia esto o aquello. Toda la existencia es una elección constante; pero no sólo la elección consciente y deliberada; nuestros impulsos más secretos y tendencias más oscuras son elección. El hombre se crea a sí mismo eligiéndose y eligiendo sus posibles; si no los eligiese, sería creado por los posibles que actuarían sobre él desde fuera. Elegimos todo lo que somos creàndolo ; no escogiéndolo dentro de un juego ya dado de posibles.

La fórmula tan consentida por Sartre se refiere a la obligatoriedad de ser libres en tanto existamos. Sartre empujò a esta filosofía hacia un estadio de politización y responsabilidad social que la hizo abandonar su antiguo individualismo egoísta que popularizó la expresión de la "angustia existencial".

El hombre es un ser posible, creador de posibilidades en concreto antes de las otras posibilidades que puede fabricar, es una libertad que no le otorga automáticamente tranquilidad ni bienestar; le obliga a ser más cuidadoso consigo mismo al ofrecer diversidad de opciones para elegir y lo lleva a curarse de sí mismo. Lo coloca en un mundo de posibilidades obligándolo a elegir una y otra. Y esa elección, aparte de esclavizarlo, lo angustia, lo obliga a esmerarse por su ser y perfeccionarlo, aunque en ciertos casos lo vuelve responsable en tanto que lo lleva a ser mejor sin lograrlo nunca, lo que hace decir a Sartre que "el hombre es un dios fracasado".

Hablando de lo que significa para el existencialismo la responsabilidad del hombre, al afirmar que el hombre es el único responsable de su propio ser, le está "endilgando" un sentimiento de culpa derivado de esa responsabilidad a la que está atado en razón de la libertad que conlleva su existencia. El ser así es en sí mismo culpa, aunque él mismo no haya elegido ser, ya que el hombre es el ser que elige y que se elige debiendoe asumirse. Siendo actores en este mundo, somos culpables en él de ser lo que somos aùn desde niños. Y como tales, somos lo bueno y lo malo que pueda ocurrirnos (somos el delito mismo y los Cómplices)

El hombre es un ser en situación, cuya relación con lo circundante lo amarra y lo compromete. Su situación tiene límites inviolables que no puede transgredir. Él es, en el punto en que esté, él mismo y nada más. El no puede ser otro aunque quiera haberlo sido o desee serlo. Por ahora está ahí libre y comprometido, responsable y culpable.
No podría imaginar ser otro porque ese otro no sería yo... no puedo no morirme...no sufrir...no luchar...no ser culpable... vivir sin sufrir ni hacer sufrir...sin matar; mi simple hecho de vivir exige que otros mueran y sufran; hasta biológicamente tengo que matar, para subsistir, o hacer que otros maten por mí. De nada vale que me olvide y disimule esa situación: alguien siega vidas por mí...

Siendo el hombre un posible lleno de posibilidades es la muerte el límite de éstas...es la última y definitiva posibilidad...es la existencia imposible. (existir es ser para la muerte). hay que considerar a la muerte como una posibilidad imposible por cuanto a los otros posibles los puedo certificar y ratificar, mientras que a la muerte nunca . La muerte es la posibilidad de que todo lo que me es posible me sea imposible.

La aventura humana, llegada a su límite de la muerte, sólo conduce a la nada al hombre y a sus proyectos y su historia.

para Sartre el sentido de existir conlleva la idea irreal de la muerte...el hombre no puede olvidarse de sì mismo enfermo ni de su cura

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