Me intriga eso de la autosatisfacción y falta de preocupaciones en quienes no se atreven a gritar ni el dolor ni el placer y solo susurran y van de puntillas...
por desgracia en mi caso yo ya no soporto fácilmente esa semisatisfacción, con el tiempo me ha ido resultando odiosa y repugnante...he tenido que refugiarme desesperado por la senda de los placeres y por necesidad en el camino de los dolores...
cuando he estado sin placer y sin dolor me ha asfixiado la insípida soportabilidad de lo correcto y limpio, de lo aparetentemente inocente, de eso que se llama "días buenos"...y se me ha llenado mi alma infantil de un miserable sentimiento...y a mi adormida semisatisfacción le tiraría en su cara satisfecha mi gratitud...
por eso me gusta sentir dentro de mi un verdadero y confortable dolor...es entonces cuando se llena mi interior de ese afán de sensaciones e impresiones fuertes...de esa rabia a esta vida desgarbada y superficialmente esterilizada...de ese frenético deseo de hacer polvo todo...de cometer temerarias estupideces...
lo que mas odio en mi esfuerzo interno es la autosatisfacción y el cuidado optimismo de la disciplina de lo mediocre y considerado como normal y corriente
viernes, 27 de julio de 2007
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